· José Manuel ALFONSO SÁNCHEZ (Universidad Pontificia de Salamanca):
La otra Iglesia de Franco. Escrito de los cardenales Pla y Deniel, Arriba y Castro y Quiroga Palacios al Jefe del Estado con motivo de los proyectos de Leyes Fundamentales
Hace ya algunos años el profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza, Julián Casanova, publicó un libro titulado: La Iglesia de Franco. El autor describe el comportamiento de algunos sacerdotes y obispos de la época, vertiendo juicios de valor a cada paso con el fin de corroborar esa idea tan políticamente correcta en los últimos tiempos de la Iglesia como aliada de Franco y legitimadora de represiones de todo tipo. Es la Iglesia del trono y altar, la Iglesia de la cruzada, de la venganza, del nacionalcatolicismo. En otro lugar he puesto a este término como ejemplo de simplificación excesiva de la historia, de una interpretación general por encima de los hechos concretos, cuya explicación resulta siempre mucho más difícil y costosa.
Quede claro que el título de la otra Iglesia no indica una Iglesia distinta, sino la misma, pero vista desde otra perspectiva, a mi juicio bastante desconocida, ausente por supuesto de los medios de comunicación del momento y de la vida pública. Tampoco pretendo justificar o legitimar comportamientos de algunos eclesiásticos y obispos, muy alejados del mensaje evangélico, y hasta ofensivos para muchas conciencias cristianas. Aspiro únicamente a iluminar zonas sombrías, llenar vacíos (algunos se podrán llenar, otros no), romper silencios, consciente de que la descripción de un árbol concreto, como puede ser esta comunicación, no cambia la configuración del bosque, o que las excepciones siempre confirman la regla, si bien es verdad que éstas van siendo cada vez más numerosas .
El escrito de los cardenales Pla y Deniel, Arriba y Castro y Quiroga Palacios lleva fecha de 12 de diciembre de 1956. Consta de nueve folios, con subrayados y observaciones al margen del propio Franco. Que yo sepa, tienen conocimiento directo del documento dos personas: Laureano López Rodó (en el volumen I de sus Memorias reproduce literalmente algunos párrafos) y Luis Suárez.
Los tres cardenales españoles muestran su disconformidad a Franco ante los dos proyectos de Leyes Fundamentales propuestos por el ministro Arrese: la Ley Orgánica del Movimiento Nacional y la Ley de Ordenación del Gobierno. El escrito contiene duras críticas; entre otras, se dice que dichos proyectos están en desacuerdo con las doctrinas pontificias, y que la forma de gobierno en España propuesta en estas dos leyes se convierte en una verdadera dictadura de partido único, a semejanza del fascismo en Italia, del nacionalsocialismo en Alemania o del peronismo en Argentina. Posiblemente lo que más molestó a Franco, a juzgar por la anotación al margen, es que los cardenales denunciasen el incumplimiento práctico del Fuero de los Españoles, sobre todo del artículo 34: Las Cortes votarán las leyes necesarias para el ejercicio de los derechos reconocidos en este Fuero. Y a renglón seguido añaden: “Ni una sola Ley complementaria se ha dictado; y por el contrario sí muchas disposiciones contrarias a los derechos reconocidos en este Fuero, como en materia de Prensa y de Asociaciones”.
Hace ya algunos años el profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza, Julián Casanova, publicó un libro titulado: La Iglesia de Franco. El autor describe el comportamiento de algunos sacerdotes y obispos de la época, vertiendo juicios de valor a cada paso con el fin de corroborar esa idea tan políticamente correcta en los últimos tiempos de la Iglesia como aliada de Franco y legitimadora de represiones de todo tipo. Es la Iglesia del trono y altar, la Iglesia de la cruzada, de la venganza, del nacionalcatolicismo. En otro lugar he puesto a este término como ejemplo de simplificación excesiva de la historia, de una interpretación general por encima de los hechos concretos, cuya explicación resulta siempre mucho más difícil y costosa.
Quede claro que el título de la otra Iglesia no indica una Iglesia distinta, sino la misma, pero vista desde otra perspectiva, a mi juicio bastante desconocida, ausente por supuesto de los medios de comunicación del momento y de la vida pública. Tampoco pretendo justificar o legitimar comportamientos de algunos eclesiásticos y obispos, muy alejados del mensaje evangélico, y hasta ofensivos para muchas conciencias cristianas. Aspiro únicamente a iluminar zonas sombrías, llenar vacíos (algunos se podrán llenar, otros no), romper silencios, consciente de que la descripción de un árbol concreto, como puede ser esta comunicación, no cambia la configuración del bosque, o que las excepciones siempre confirman la regla, si bien es verdad que éstas van siendo cada vez más numerosas .
El escrito de los cardenales Pla y Deniel, Arriba y Castro y Quiroga Palacios lleva fecha de 12 de diciembre de 1956. Consta de nueve folios, con subrayados y observaciones al margen del propio Franco. Que yo sepa, tienen conocimiento directo del documento dos personas: Laureano López Rodó (en el volumen I de sus Memorias reproduce literalmente algunos párrafos) y Luis Suárez.
Los tres cardenales españoles muestran su disconformidad a Franco ante los dos proyectos de Leyes Fundamentales propuestos por el ministro Arrese: la Ley Orgánica del Movimiento Nacional y la Ley de Ordenación del Gobierno. El escrito contiene duras críticas; entre otras, se dice que dichos proyectos están en desacuerdo con las doctrinas pontificias, y que la forma de gobierno en España propuesta en estas dos leyes se convierte en una verdadera dictadura de partido único, a semejanza del fascismo en Italia, del nacionalsocialismo en Alemania o del peronismo en Argentina. Posiblemente lo que más molestó a Franco, a juzgar por la anotación al margen, es que los cardenales denunciasen el incumplimiento práctico del Fuero de los Españoles, sobre todo del artículo 34: Las Cortes votarán las leyes necesarias para el ejercicio de los derechos reconocidos en este Fuero. Y a renglón seguido añaden: “Ni una sola Ley complementaria se ha dictado; y por el contrario sí muchas disposiciones contrarias a los derechos reconocidos en este Fuero, como en materia de Prensa y de Asociaciones”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario